letrero

sábado, 26 de julio de 2014

SÓLO PARA LA FAMILIA


David Wilkerson












“Entonces José se apresuró, porque se conmovieron sus entrañas a causa de su hermano, y buscó dónde llorar” (Génesis 43:30). Este es un cuadro del corazón de nuestro Salvador.
Después de que José se convirtiera en gobernador de Egipto, sus hermanos estuvieron en su casa, comiendo y bebiendo en su presencia. Pero “…pusieron para él aparte, y separadamente para ellos” (versículo 32). Estos hombres estaban regocijándose en la presencia de José sin estar completamente restaurados, sin conocerlo realmente, sin la revelación del amor y de la gracia.
Podemos ser personas de alabanza que comen y beben en la presencia del Señor pero que no han recibido una revelación de Su infinito amor; el sentimiento de no ser amado todavía permanece. Este es el caso de los cristianos que van a la casa de Dios a cantar, a adorar y a alaban; y luego retornan a sus hogares, a la misma mentira de siempre: “Dios no me muestra ninguna evidencia de que me ama. Mis oraciones no son respondidas. Él no se preocupa por mí como se preocupa por otros”.
Había un paso final que los hermanos de José debían tomar antes de que se les pudiera dar una revelación completa del amor. Tal revelación es dada a aquéllos que tienen el corazón contrito y humillado. “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” (Salmo 51:17). Los hermanos de José todavía no tenían el corazón quebrantado.
José ordenó a su mayordomo poner su copa personal de plata en el costal de Benjamín, el menor de los hermanos, antes de que ellos retornaran a Canaán. Los hermanos apenas habían salido de la ciudad, cuando fueron alcanzados por los hombres de José y acusados de haber robado la copa. Los hermanos estaban tan seguros de su inocencia que dijeron: “Aquel de tus siervos en quien fuere hallada la copa, que muera, y aun nosotros seremos siervos de mi señor” (Génesis 44:9). Ya no había más lucha en ellos. Ya no había orgullo. Estaban humillados y quebrantados mientras volvían al palacio de José.
Entonces vino la revelación del gran amor de Dios. “No podía ya José contenerse…y clamó: Haced salir de mi presencia a todos. Y no quedó nadie con él, al darse a conocer José a sus hermanos” (Génesis 45:1).
El mundo no conoce nada de esta revelación de amor. Dios habita con el humilde y el quebrantado de espíritu. Él se deleita en Su familia. ¡Descansa en Su amor por ti!

lunes, 7 de julio de 2014

DIOS ES SANTO


















Él es completamente libre de toda impureza e imperfección (Lev. 11:44):Dios es grande y glorioso.El está sobre todas las cosas y está íntimamente relacionado a todas las cosas 
( IS.40 :12-26 ;Sal.145;3 ).Porque Dios es santo, debemos tener un sentido de asombro cuando pensamos en Él es sólo nuestro papá, entonces probablemente tendremos poca motivación para obedecerle cuando las cosas se ponen difíciles.Si no tenemos temor de Dios o sentido de su majestad,¿por qué deberíamos seguir el difícil y aparentemente tonto mandato de amar a nuestros enemigos (Lucas 6:27)? Pero si verdaderamente conocemos a Dios, lo describiremos como el señor Castor, en El Léon,la bruja y el guardarropa describe la figura de Cristo,Aslan:" ¿Peligroso? Por supuesto que es peligroso.Pero él es bueno.Es el Rey, les aseguro".Como el santo Rey, Dios está para ser honrado y obedecido.

domingo, 6 de julio de 2014

SUFICIENCIA EN TODAS LAS COSAS

David Wilkerson

















¿Por qué tantos creyentes experimentan debilidad, sentimientos de desesperación y vacío, como si no pudieran continuar más? Es porque ellos no tienen la revelación que el Espíritu le dio a Pablo, ¡una revelación de todas las provisiones que Dios ha hecho posible para aquellos que se apropian6de ellas por fe!
¿Encajas en la descripción que hace Pablo del siervo rico, aquél que tiene todo lo que necesita y aun más; en todo tiempo, en cada crisis? ¿Has comprobado esto haciendo retiros del banco del cielo?

Por varios años yo trabajé con Kathryn Kuhlman, una evangelista norteamericana. Yo predicaba con todo mi corazón en sus campañas mensuales en Pittsburg, Pensilvania y Youngstown, Ohio. Las reuniones se llevaban a cabo en la mañana y en la noche, y generalmente al final de cada día yo estaba exhausto. Una noche la Sra. Kuhlman nos dijo a mi esposa Gwen y a mí: “Vamos a algún lugar a cenar”. Yo le respondí: “Lo siento, estoy demasiado cansado. Debo ir al hotel y dormir un poco”.
Ella me miró con curiosidad y me preguntó: “David, ¿predicaste bajo la unción del Espíritu esta noche?” Yo respondí: “Tú sabes que yo estaba ungido. ¡Los altares estaban llenos de gente!”
La señora Kuhlman dijo suavemente: “Entonces no estas captando algo. Si estás ministrando bajo el poder del Espíritu Santo, deberías estar más fuerte al final del culto que cuando comenzaste ¡porque él es un Espíritu
vivificador! Tú puedes sobreponerte a tu carne, porque por el Espíritu, puedes apropiarte de esa libertad”. Desde entonces, yo he comprobado esa verdad en mi ministerio.
“Y poderoso es Dios…a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra” (2 Corintios 9:8). Abundar aquí significa literalmente: “Siempre aumentando; tener más al final que al comienzo”. En otras palabras, mientras la batalla se torna más fuerte ¡la gracia de Dios aumenta! Cuando la debilidad venga sobre ti, la fuerza de Dios viene sobre ti, con mayor fuerza, si puedes creerlo.

sábado, 5 de julio de 2014

NO SABER COSA ALGUNA SINO A JESUCRISTO

David Wilkerson



















“Porque en él vivimos, nos movemos y somos” (Hechos 17:28). Los hombres y las mujeres de Dios viven dentro de este muy pequeño círculo; sus vidas, cada movimiento, toda su existencia está envuelta sólo en lo que le interesa a Cristo.
Para conocer nada más que a Cristo, debe haber un fluir continuo de revelación del Espíritu Santo. 
Si el Espíritu Santo conoce la mente de Dios,si Él escudriña las cosas escondidas y profundas del Padre y si Él va a ser una fuente de la que brote agua viva, entonces esa fuente de agua debe de ser una continua e inagotable revelación de Cristo. Esto le espera a todo siervo del Señor que esté dispuesto a esperar en el Señor, calladamente, creyendo en fe, confiando en que el Espíritu Santo manifestará la mente de Dios.
Hoy necesitamos la Palabra infalible de Dios, una revelación viva y verdadera.Samuel tenía esa clase de Palabra de Dios, y todo Israel lo sabía. Cuando Samuel hablaba, de todas las voces en la región, la de él se cumplía y ninguna palabra caía al suelo.

Hoy en día multitudes están tratando de cernir todas las voces, para oír la Palabra clara de Dios. Los santos de Dios están fatigados por el aluvión de voces, donde sólo encuentran unos cuantos granos de verdad. ¡Sólo Cristo es la luz! Todo el mundo se encuentra en tinieblas y sólo la luz dispersa esas tinieblas.

Pablo dijo: “Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo” (2 Corintios 4:6).
Puede que estés en un lugar oscuro ahora mismo. Tus buenas obras no disiparán esas tinieblas, y nuestras prédicas sobre temas sociales tampoco lo harán.Ninguna experiencia personal lo logrará. Y voy a ir un paso más allá, ni siquiera atar los poderes de las tinieblas funcionará a no ser que la luz de Cristo alumbre. ¡Todas las tinieblas se desvanecen en la luz de la gloria de Dios reflejada en el rostro de Jesucristo! Estudiemos solamente a Cristo en el lugar secreto. Servimos al mismo Dios y somos enseñados por el mismo Espíritu Santo, que todos los demás que han conocido a Cristo en plenitud.