SER GRANDE

No trates  de ser algo grande; puede que derroches toda tu vida esperando la oportunidad que nunca se presenta. Pero como las cosas pequeñas siempre te llaman la atención, hazlas en cuanto vienen, con ánimo pronto, para la gloria de Dios, para ganar la sonrisa de su aprobación y hacer el bien a todos los hombres. Es más difícil caminar lentamente pero sin desanimarse y que nadie se dé cuenta , que ponernos en los lugares altos del campo a la vista de todos, y hacer proezas de valor que los ejércitos rivales se detengan a contemplar. Pero todo hecho callado así, coge la atención rápida y la recompensa última de Cristo.

Para cumplir fielmente las tareas de tu puesto, usa al máximo los dones de tu ministerio; lleva pacientemente el yugo de Dios y la comprensión de los hombres malos; conténtate en ser un mártir que lleva la burla y la estaca; encuentra una característica noble en la gente que te es molesta; pon un giro bondadoso a los hechos y palabras poco amables; ama con el amor de Dios aun lo desagradecido y malo; conténtate en ser una fuente en medio de un valle silvestre de piedras , alimenta unos cuantos líquenes y flores silvestres, o de vez en cuando una oveja sedienta; y haz esto siempre, no buscando la alabanza de los hombres, sino por la causa de Dios - esto hace a uno Grande -