letrero

sábado, 18 de junio de 2011

1ºPedro 3:7

Cuando alguno es recibido con hospitalidad, suele escuchar esta fórmula de cortesía” siéntase
como en su casa”, y con esa frase se le quiere expresar que puede moverse con total libertad y
seguridad, pues tiene el derecho para hacer lo que quisiere.
A partir de esta analogía he considerado la urgencia de despertar a las mujeres, primeramente,
y a los varones, sobre la posición, condición y valor  de la manifestación de la imagen de Dios,
en su versión femenina.
Hasta tanto una mujer  no sepa lo que Dios, su Creador, dice de ella, seguirá escuchando y aún
peor , creyendo lo que los demás dicen de ella, y no podrá moverse libremente ni ejercer sus
derechos.
El bebé tiene un periodo de reconocimiento de sí mismo. Recorre, indaga  su cuerpo y
experimenta llevándose sus manos  y aun sus pies a la boca; y conoce los objetos no sólo por
medio del sentido de la vista, sino también por medio del tacto, el gusto , el olfato y el oído    
(de ahí que le agraden los sonajeros o  sacudir y golpear las cosas). Sin embargo, el momento
más significativo en su desarrollo es el de enfrentarse a su propia imagen, es decir cuando
descubre que aquél que está en el espejo es  él mismo. Al principio se refiere a sí mismo como
a “otro”, en tercerra persona, diciendo, por ejemplo “el nene”. A medida que va identificando
la imagen del espejo consigo mismo, va logrando la unificación de las dos percepciones, hasta
lograr hablar de sí en primera persona y dice “ no quiero”,” dame”,” es mío”,etc.
¿Por qué esta referencia al desarrollo evolutivo del ser humano? Porque parece que la mujer,
genéricamente  hablando, se ha quedado en la primera etapa de su proceso de
autoconocimiento. Ha buscado su reflejo en un espejo defectuoso, que distorciona su imagen,
le devuelve una falsa. Es el espejo  de la “percepción  humana”, llámese, antropología,
psicología, sociología , sexología, tradición, religión u opinión pública a secas.
El Salmo 119 nos revela:
“Tu palabra es una lámpara a mis pies;
es una luz en mi camino”( v 105)
En sus 176 versículos, ocho versículos  por cada estrofa ( y cada una presidida por una letra de
las 22 que conforman el alfabeto hebreo,”alefbeto”) se afirma, confirma y ratifica el poder
develador, corrector , restaurador, liberador y vivificador, de la palabra de Dios (vv 9 , 40, 44,
69, 107, 116, 133, 144, 159, 160, 165)
Éste es el tiempo de volver, como dice el salmo a la Palabra que es el perfecto espejo para
conocer la imagen verdadera y correcta. Sólo así el proceso cognitivo podrá completarse, pues
sólo la palabra de Dios trae luz, crea, posiciona y da propósito (Gn.1)
Cuando el apóstol  Pedro, en la primera carta, instruye a los maridos , la condición promordial
que establece  para  tener  una relación perfecta con Dios y con su esposa es vivir con
sabiduría.
“Vosotros, maridos, igualmente vivid con ellas sabiamente “( R.V. 3:7a) No hay sabiduría  que no proceda del  Omnisciente,  todos sus preceptos, estatutos y juicios
son perfectos; su ley es perfecta porque ÉL es sabio (Salmo 119).
Así , llegamos al punto en que confluyen las dos líneas discusivas: su palabra es la medida de
todas las cosas ( por ella somos y nos movemos, por ella y en ella estamos seguros, 2Cr 20:20)
y sólo es sabio el que guarda su palabra y la pone por obra.
Por mucho tiempo se ha mirado a la mujer como un ser  débil, necesitado del varón,
desprotegido o minusválido. Se sigue  escuchando la frase “sexo débil” en referencia a ella. Sin
embargo, Dios no dijo eso al tiempo de crearla. Sus primeras palabras acerca de  ella  fueron:
“ No es bueno que el hombre esté solo;
    le haré ayuda idónea para  él” (Gn 2:18)
Es decir que la mujer vino a suplir una necesidad, a completar, a destruir la soledad.
La expresión ”ezer kenegdó” que Reina / Valera traducen como “ayuda idónea” tiene un
significado mucho más amplio y profundo.
La palabra ezer hace referencia a un poder o fuerza para salvar (socorro). La palabra Kenegdó
califica  a ezer, y expresa un sentido de propósito.
“ Le haré un poder (fuerza o socorro) que sea digno de estar al lado del hombre para  que lo
esfuerce a continuar con sus propósitos, y que lo corrija  cuando se salga de éstos”
Adán no era capaz de alcanzar por sí solo todo lo que estaba llamado a ser y hacer; ella
aportaba la complementariedad necesaria e imprescindible para el trabajo diario, la
procreación, la manifestación del amor, la paternidad. La ayuda idónea es apoyo y compañía
perfecta. Otorga la oportunidad de revelar lo que está oculto.
No fue creada como ser débil sino como instrumento para la manifestación de la divinidad del
ser humano y el cumplimiento de su propósito y misión.
Si nos movemos en este nivel de revelación podemos entonces  comprender lo que el apóstol
Pedro expresó al decir:
“ dando honor a la mujer como vaso más frágil” (RV 3:7B)
Debemos destacar las palabras dando honor que en la NVI son reemplazadas por tratando con
respeto.
Es decir, que aquí no se habla de constitución o condición, ni de actitud, sino de consideración,
del tratamiento que debe recibir por parte del varón.
LA MUJER, POR CONSTITUCIÓN, NO ES MÁS DÉBIL
Su cuerpo y aun su psicología están preparados para el dolor, el sacrificio, la entrega y el riesgo
de muerte, por constitución. Su resistencia física la hace capaz de desarrollar en sí un ambiente
óptimo para la vida de otro ser humano a muy temprana edad, aun antes de haber
completado su desarrollo físico, pues a los 14 o 15 años puede dar a luz sin dificultades siendo
que hasta los 18 o 20 años, en algunos casos, puede crecer en altura y contorno de  caderas y
busto.
Desde infante se familiariza con la idea de engendrar, gestar y amamantar; en la pubertad
empieza a experimentar sus priemros cambios físicos que consecuentemente afectan su estilo de vida, Crecen las mamas ocasionando dolor e incomodidad, sus órganos internos se
empiezan a desarrollar y producen inflamaciones y diversos malestares en el vientre y las
piernas hasta que por fin aparece la menarquía o primera menstruación, la cual modifica
totalmente la relación con su mundo hasta ese momento  infantil.
A partir de allí  y por cuatro décadas, mensualmente ( meses lunares) experimetará tres días
de sangrado e incomodidad; su circulación sanguínea, su tracto digestivo, su presión arterial y
especialmente su ánimo, sufrirán alteraciones.
Si el embarazo se produce, los cambios serán más severos: naúseas, mareos, vómitos,
modificación de la posición del eje vertical, desplazamiento de los órganos abdominales,
aumento de la temperatura corporal, aumento del peso, liberación de hormonas para la
preparación del parto; separación de los huesos pélvicos y del sacro; aumento de las mamas,
incomodidad para andar, agacharse, dormir, aumento del apetito, etc,etc,etc.
Y  luego el trabajo de parto: contracciones, dilatación, parto  y alumbramiento . Sin contar con
la posibilidad de episotomía o cesárea; sin contar  con dificultades como placenta previa,
desprendimiento de placenta, y cosas similares.
Por otra parte, durante meses seguirá sacando de sí todos los nutrientes para sostener esa
nueva vida.
La mujer, por constitución, no es débil. Cada embarazo le exige a  su cuerpo  un esfuerzo
especial por dos años, pero su psiquis por mucho más, pues el estrés de cuidar esa pequeña
criatura se extenderá aun despúes de que empiece a caminar.
La  longevidad es más frecuente en la mujer que en el varón. Es más alto el número de viudas
que de viudos.
LA MUJER, POR ACTITUD, NO ES DÉBIL
Con frecuencia vemos mujeres cumpliendo su misión de madre y convertirse en jefas de hogar
y principal sostén de la familia.
La resistencia al dolor y a las enfermedades, al sacrificio de toda índole, hacen de la mujer un
ser verdaderamente fuerte.
El diseño de Dios es perfecto y se hace manifiesto  en las virtudes de Prov. 31.10 y
subsiguientes.
El versículo 10 la llama mujer virtuosa(RV) o mujer ejemplar(NVI) siendo que en hebreo
también significa mujer fuerte. A partir de esta definición el autor del libro empieza a
describirla. Lo hace a través de un acróstico, dedicando un verso a  cada letra del alfabeto
hebreo, le da honor destacando todas sus cualidades, las cuales superan ampliamente toda
medición. La mujer en propósito abunda en virtudes, es un modelo, un arquetipo de
perfección, pues es el diseño original y por lo tanto , es fuerte.
V.11 inspira confianza;
V.11-12  siempre aporta y no mengua;
v.12-13  es proactiva;
v. 12 actúa con diligencia;
v.13  genera recursos nuevos;
v.14  no se limita a su entorno;
v.14  considera nuevos  horizontes;
v.15  administra y gobierna el tiempo, (su cuerpo sabe coordinar y concordar los ciclos)
v.15 actúa con responsabilidad y justicia;
v.15 hace misericordia;
v.15 administra con equidad;
v.16 somete la tierra, la administra y gobierna
( Gn 1:28 fructificar, multiplicar, llenar y someter)
v.17  es trabajadora incansable;
v.17 es decidida;
v.17 no le teme al trabajo, ni al más esforzado;
v.18   supervisa y evalúa:
v.18  aun en las horas de descanso, vela;
v. 19   no se limita a una sola tarea o  función, es multifuncional;
v.20   tiene cuidado de los más débiles;
v. 20  es consciente del prójimo y sus necesidades
( la matrícula en carreras de asistecia social es preeminentemente femenina);
v.20  está dispuesta al servicio;
v. 20  actitud generosa y comprometida con su comunidad;                        es
naturalmente política
v.21  es previsora, porque es entendida en los tiempos;
v.21-22     asegura cobertura a su familia;
v.22  actúa procurando acciones justas, propias a la dignidad de Dios,
(Ap. 19:8);
v. 22 asume su posición de gobierno (ama de casa);
v.23  su conducta no avergüenza al marido, le da honra en su comunidad;
v.23  no es estorbo a la reputación de su marido, para gobernar al pueblo (1º
Tim. 3:5);
v.24  considera la economía doméstica pero no se limita al entorno familiar;
v. 24 es generadora de posibilidades para otros;
v. 25 muestra fortaleza, dignidad y confianza;
v.25   actitud  valiente y esperanzada;
v. 26  actitud prudente, reflexiva, sabia;
v.26  actitud docente;
v. 26  actitud amorosa;
v. 27  analiza y evalúa el estilo de vida de sus hijos
y proyecta su destino; mide las consecuencias de las decisiones;
v.27  se hace merecedora de cada bendición diaria.
Muchas mujeres exhiben algunas de estas caractérisitcas, pero la diseñada y entregada por
Dios a Adam como  ezer kenegdó, las reúne todas.
Concluimos entonces que la fragilidad a la que se refiere el Apóstol Pedro, no es debilidad. Él
habla  de trato. Dice: traten a sus esposas COMO a vaso MÁS frágil, es decir, más delicado.
La delicadeza no necesariamente  es debilidad, puede ser excelencia.
Esta bendita comparación enfrenta el término “mujer”, elemento real, al término” vaso”,
elemento evocado, el cual funciona como imagen visual y táctil. De ninguna manera lo define,
sólo lo aproxima a algunas de sus  características.
Conforme a la nobleza de la  bebida es la calidad de la copa. Pues, ya es claro que dicho
recipiente es portador de una esencia más valiosa que todas las piedras preciosas. Es la
mismísima imagen del Dios Altísimo, Creador de los  cielos  y de la Tierra, que en su inmenso
amor  le trajo al varón el único ser capaz de sostenerlo, alentarlo y amarlo en todo momento y ante cualquier circunstancia a fin de que cumpla el anhelo divino de conformar una verdadera
familia de adoradores, testimonio del Dios vivo.
El varón también es un vaso, recipiente de la imagen de ese mismo Dios de Amor y Gracia,
pero la mujer ha sido dotada de una sensibilidad distinta con el objeto de aportar ternura y
alivio cuando el varón establece reglas a fin de capacitar para el ejercicio del poder.
Es extremadamente necesario y urgente que tanto las mujeres como los varones cambien su
modo de apreciar la obra de Dios. Él no creo sexos rivales sino un ser humano, varón y mujer,
que lo represente, un equipo tan perfecto que merece se calificado de “ bueno en gran
manera” ( Gn. 1:31).
Sólo viéndonos como el Padre nos ve, a través de Jesucristo el Señor, podremos vivir en
libertad, porque sólo el que conoce la verdad es libre ( Jn 8:32) y puede hacer las obras que
Dios le encomendó para el Séptimo Día (Gn 1:28-30;Gn. 2:2-3)


Por:  Laura Arco 

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