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sábado, 7 de diciembre de 2013

SIENDO SAL DEL MUNDO





















En tiempos antiguos, la sal era tan valiosa que se usaba como dinero. De echo, la palabra salario se deriva de la palabra salSalarium viene del latín “dinero en sal” y se refería a la paga de los soldados romanos. Hoy día, en algunas partes del mundo la sal es muy valiosa. Se valora por sus propiedades de condimentar y preservar, y lo esencial que es al cuerpo humano.
   En tiempos bíblicos, la sal también tenia significado religioso. No solo se usaba para sazonar la comida (Job 6:6), sino que tenia una conexión intima con los pactos y compromisos personales. Llamada la “sal del pacto”, se usaba en todas las ofrendas (Lev. 2:13) y era un símbolo de “preservar” los pactos hechos con Dios (Num. 18:19; 2 Cron. 13:5).
   Jesús llamo a sus discípulos a ser la sal de la tierra y la luz del mundo. Los profetas del antiguo pacto eran la sal de la tierra de Cana; pero los cristianos son llamados a ser sal de toda la tierra, porque Jesús dijo id por todo el mundo y predicar el evangelio. ¿Cómo es que unos pocos pueden afectar el mundo entero? ¡Trabajando silenciosamente como la sal con el evangelio de Cristo! Como un puñado de sal se dispersa a través de toda la comida, la enseñanza del evangelio se dispersa ampliamente, penetrando y llegando hasta los corazones de los hombres (Hechos 2:37). La sal del evangelio nos limpia el alma y a preserva de la descomposición espiritual. Es un pacto eterno entre Dios y todos los verdaderos creyentes.
   Tal como la sal era requerida en todos los sacrificios de ofrenda, los cristianos necesitan ser “salados,” para ser la sal de la tierra. El mundo se corroe con la ignorancia y el pecado. Por esta razón, Cristo nos envía a sazonar el mundo a través de nuestra vida y enseñanza, con la sabiduría y gracia del evangelio, ¡para hacer aceptables a Dios a todos los creyentes fieles! ¡Se la sal de la tierra!



Texto:                   Mateo 5:13
Ustedes son la sal de este mundo. Pero si la sal deja de estar salada, ¿cómo podrá recobrar su sabor? Ya no sirve para nada, así que se la tira a la calle y la gente la pisotea.

Tema:
El cristianismo es la sal de la tierra, ¡difundiendo la esperanza del evangelio a todos los hombres!  Los creyentes fieles son una gran bendición al mundo porque a través de ellos, ¡el mundo se sazona con el mensaje de la vida eterna! No sólamente somos llamados a enseñar el evangelio, sino a vivir vidas dignas del evangelio (Col. 1:10). ¿Estas salado con la gracia y bondad del evangelio? ¿Fluyen a través de ti las bendiciones del evangelio en lo que dices y haces? ¿Se ve que Cristo vive en ti? ¿Eres la sal de al tierra?

Aplicación:
Sugerencias prácticas:
1. ¡Se una fuente de animo! Date a conocer
    como una persona que edifica, en lo espiritual
    y en lo secular.
2. ¡Ora por sabiduría! Pídele al Señor brillar
    en todo lo que dices y haces, ¡que Su nombre
    sea glorificado en tu vida!
3. ¡Lee la palabra! ¡Crece en la sabiduría del
    Señor y aplica todas Sus enseñanzas en todas
    las circunstancias de tu vida!
4. ¡Pon todo a prueba! ¡Todo lo que hagas,
    hazlo para la Gloria de Dios! ¡Que todas tus
    decisiones sean para la Gloria de Jesús!
5. ¡Comparte el evangelio! Al ser la sal
    de la tierra, ¡propaga el “sabor” del
    evangelio y preserva las almas de los
    hombres con la esperanza del mensaje del
    perdón de los pecados!
¡Que Dios te bendiga grandemente!

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