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martes, 19 de junio de 2012




















MUJERES DE LA BIBLIA
MARIA DE BETANIA
 Martha, es un personaje que aparece solamente en el Nuevo Testamento. Marta era natural de Betania. Era hermana de Lázaro yMaría. En su casa se hospedó Jesús al menos en tres ocasiones.

Marta es mencionada solamente en dos evangelios: el de Lucas (Lc 10,38-42), y el de Juan (Jn 11,1-5).
Según el evangelio de Juan, los hermanos Marta, María y Lázaro vivían en la aldea de Betania, cerca de Jerusalén. En el evangelio de Lucas, sin embargo, parece indicarse que hubieran vivido, por un tiempo por lo menos, en Galilea. Lucas no menciona en nombre de la aldea (tal vez pudo haber sido Magdala, lo que avalaría la identificación hecha posteriormente entre María de Betania y María Magdalena.
Hay muchas semejanzas entre la imagen de Marta en uno y otro evangelio. La familiaridad de las conversaciones entre Jesús y la humilde familia que Lucas describe, es la misma que Juan. Marta sirve con frecuencia a Jesús (Jn 11,5Lc 10,40). En el evangelio de Juan afirma que Jesús es el Cristo y el Hijo de Dios: "Ella contestó: -Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo" (Jn 11,27).


En los días de Marta de Betania, existía una gran barrera entre los hombres y las mujeres, hasta el punto de que los hombres judíos daban gracias a Dios en sus oraciones cada mañana porque no les había hecho nacer “ni esclavo, ni pagano, ni mujer”.
Pero Jesús era un judío muy diferente. El no hacia diferencia entre hombre o mujer, sino que él se mostraba interesado por todo ser humano.
Marta, juntamente con su hermana María y su hermano Lázaro, disfrutaba de una amistad especial con el maestro.
I.- MARTA CON EL DON DE HOSPITALIDAD
En contraste con su hermana María, Marta se dedicaba más a los asuntos prácticos que a los espirituales aunque notaremos que tenía una fe genuina y profunda.
“Seis días antes de la Pascua llegó Jesús a Betania,  donde vivía Lázaro,  a quien Jesús había resucitado. Allí se dio una cena en honor de Jesús.  Marta servía,  y Lázaro era uno de los que estaban en la mesa con él”. Juan 12:1-3

Probablemente Marta era una de estas mujeres dinámicas, trabajadoras, buenas organizadoras, generosas, impulsivas y hospitalarias. Todas debemos de cultivar algunas de estas cualidades, porque Cristo dijo:

“Pero entre ustedes no debe ser así.  Al contrario,  el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su
servidor”,  Mat 20:26

y también lo afirma la lista de deberes cristianos que encontramos en Romanos

“practicando la hospitalidad” Romanos 12:13

Así que las mujeres como Marta con el don de servir y ser buenas anfitrionas, son una gran bendición en el reino de Dios.

 II.- ENCONTRANDO EL EQUILIBRIO

Aunque es muy importante servir, tenemos que ser equilibradas, y Marta tuvo que aprender esto. En Lucas
leemos la ocasión en que Jesús y sus discípulos habían llegado a la casa de Marta y otra vez ella estaba
sirviéndoles.

Tenía ella una hermana llamada María que,  sentada a los pies del Señor, escuchaba lo que él decía. Marta,  por su parte, se sentía abrumada porque tenía mucho que hacer.  Así que se acercó a él y le dijo: –Señor,  ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola?  ¡Dile que me ayude! –Marta, Marta –le contestó Jesús–,  estás inquieta y preocupada por muchas cosas, pero sólo una es necesaria.* María ha escogido la mejor,  y nadie se la quitará”.  Luc 10:39-42 

Una forma de encontrar el equilibrio entre el servicio y la comunión con el Señor, es aprovechar cada momento que tengas la oportunidad de escuchar, o leer  la palabra de Dios y de orar. Si tú eres de las que dicen; es que no tengo tiempo suficiente, entonces será bueno que tú te des la oportunidad, tomando la decisión de buscar primero las cosas de Dios. Y apartar un tiempo de tu ocupado día para estar a solas con Dios. 


1.- APROVECHAR LOS MOMENTOS ESPECIALES

El problema con Marta no era que hacia mal en trabajar y practicar la hospitalidad, sino que era dominada por el trabajo y no sabía aprovechar los momentos especiales para sentarse y aprender del Maestro.
Cuando Jesús le dijo a Marta que su hermana menor había escogido sabiamente, no estaba restándole importancia a Marta, ni dejando de agradecer sus atenciones. El no dijo que María no debía ayudar a su hermana; lo que El dijo fue que si había que escoger entre dos posibilidades, debemos escoger alimentar nuestro espíritu antes que alimentar el estómago.

Si al querer encontrar el equilibrio me encuentro con la gran pregunta de: ¿qué es más importante?; ¿ser sierva o amante?

2.- ¿SIRVIENTAS O AMANTES?

Parece razonable afirmar que Jesús sabía que Marta estaba demasiado concentrada  en sus quehaceres hogareños que descuidaba su alma, y lo más probable es que ella estuviera totalmente inconsciente de esta tendencia de descuidar su interior.
Entonces ¿Qué desea el Señor, que seamos sirvientas o amantes? La respuesta es ambas. El que ama a Dios, le sirve. Sin embargo hay que tener cuidado de no caer en la trampa, como Marta, y terminar siendo únicamente una sirvienta. Jesús busca adoradores antes que servidores. El servicio viene como resultado.

III.- MARTA DECIDE ESCOGER LA MEJOR PARTE.(Oír la palabra de Dios)

En Juan 11, encontramos a Marta y a María muy tristes porque su hermano Lázaro se había muerto. Cuando llegó Jesús a su casa en esta ocasión, Marta le reclamó porque no había venido cuando lo llamaron.
Cuando Jesús le aseguro que su hermano resucitaría, ella contestó: “yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero”.
Entonces El Señor le contesto: “yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mi, aunque esté muerto vivirá. Y todo aquel que cree en mi no morirá eternamente. ¿Crees esto?”
Marta respondió: Si, Señor, yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo. ’’ Juan 11:27
¡Marta llegó a reconocer quien era Jesús en realidad!

CONCLUSIÓN:
La hospitalidad y servicio son dones dados por Dios para ponerlos al servicio de los demás. Y que mejor ejemplo que Marta, que podía a ser sentir a la gente como en su casa, pero también es un buen ejemplo, que lo correcto es tener nuestras prioridades en orden.
Para dar buen uso de estos dones tenemos que pasar tiempo en la presencia de Dios meditando en su palabra, para que nuestra fe esté equilibrada con nuestro servicio.

by Liz

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