El procedimiento fue muy importante. El SEÑOR le dio tierras a todas las tribus de Israel, y se dio a si mismo a la tribu de Leví. Hay en la vida cristiana una herencia del SEÑOR, y también que el SEÑOR mismo es nuestra herencia.
Hay algunos que reciben una santificación del Señor que es de mucho valor, pero variable y a menudo no permanente. Otros han aprendido la lección celestial al tomar al mismo SEÑOR como el que los guarda y santifica y así, permaneciendo en ÉL se mantienen por sobre las vicisitudes de sus propios estados de ánimo y sentimientos.
Algunos reciben del SEÑOR grandes porciones de gozo y bendición y tiempos de refrigerio. Otros aprenden y toman al mismo SEÑOR como su gozo.
Otros están felices de tener paz con Dios, pero otros han tomado la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4.7).
Algunos tienen fe en Dios, mientras que otros tienen la fe de Dios. Algunos tienen varios toques de sanidad por parte del Señor, mientras que otros han aprendido a vivir la salud misma del Señor.
Cita Bíblica:
A Moisés no le dio tierras por herencia, porque el Señor… es su herencia - Josué 13.33
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