A.B. SIMPSON
El gran propósito de Cristo para su pueblo es educarlos para que sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos, y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz (Efesios 1.18-19).
Comprobemos en todas nuestras variadas tareas cotidianas y escenas conflictivas su poder y gracia y así conoceremos, en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús.
¿Estamos siguiendo a nuestro Maestro en la escuela de la fe? ¿Estamos terminando la educación en medio de los sufrimientos temporales y efímeros que ahora padecemos que hará producir en nosotros una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento? (2 Corintios 4.17)
Poco entendemos o siquiera podemos soñar lo que significará un día el sentarnos con ÉL sobre Su trono y compartir con ÉL el poder de Dios y el gobierno del universo. Seamos fieles discípulos ahora y pronto, con Él, nosotros también habremos soportado la cruz, menospreciando la vergüenza, y como resultado nos sentaremos a la derecha del trono de Dios (Hechos 12.2).
Cita Bíblica:
Para mostrar en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia - Efesios 2.7
No hay comentarios:
Publicar un comentario