DAVID WILKERSON
Dios es bueno en su vida, El le cuida y le protege. No hay una sola cosa en su vida, ningún hábito, pecado o dificultad emocional que usted enfrente sobre la que Jesús no tenga el poder.
Cuando Nehemías llegó a Jerusalén y vio la terrible y devastada condición de la ciudad él lideró al pueblo judío que vivía allí a una gran avanzada espiritual y a un tiempo de reconstrucción (ver el libro de Nehemías). Puedo
decirle hoy, tal como Nehemías dijo a su pueblo en aquel entonces, que si usted confía en Jesús y vuelve a Él con todo su corazón su energía y su vida, Satanás y sus enemigos serán aplastados, conquistados y derrotados completamente. Ningún de los enemigos que profundamente se ha interpuesto contra usted tras cualquier puerta se podrá proteger, esos enemigos tendrán que retirarse, serán obligados a huir.
Viejos hábitos, antiguos miedos y viejas adicciones acechan afligiéndonos y, a veces nos volvemos de nuevo a ellos. Pero Dios nos está diciendo: "¡Fija tus ojos en mí! Si me dejas ser tu victoria, veremos el final de esto."
¡Escuche lo que Dios está diciendo!
Si dejamos que Él sea nuestra victoria entonces hemos visto lo último de nuestro enemigo. Oh, el enemigo aún nos abofeteará tal como lo hizo con Jesús cuando lo dejó después de las tentaciones en el desierto. Pero si usted mantiene a Jesús en el muro de su corazón, en el muro de su vida, Él erradicará todas esas dificultades emocionales.
Usted puede estar viviendo con temor a patrones habituales de pecado, cosas a las que usted podría regresar. Usted sabe que ha sido limpiado de todo ello pero, están tan cerca que siente que en cualquier momento puede ser llevado nuevamente a la esclavitud y tiene miedo.
Estoy aquí hoy para llamarle a un lugar de protección y seguridad en Cristo Jesús cuando confíe en Él con todo su corazón.
"Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo"
(1 Corintios 15:57).
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