NUNCA OLVIDE LO QUE ÉL HA HECHO POR USTED
Jesús presentó una parábola acerca de un siervo a quien
le había sido perdonada su deuda. (Mateo 18:23-35). Este hombre
encontró gracia y misericordia ante su maestro, pero él dio por sentada
dicha gracia y misericordia. Inmediatamente tras ser perdonado, él
partió y empezó a ahorcar a un hombre que le debía una cantidad
insignificante y le demandó, “¡Págame lo que me debes!” Cuando el deudor le pidió
misericordia, el hombre se rehusó y el deudor fue encarcelado.
¿Por qué este hombre fue tan crítico? ¿Por qué le faltó
misericordia?
Esto sucedió porque él no consideró su propia falta de
valor. Él no comprendió cuán desesperanzadora y llena de pecado era su
vida. Él no tomó en cuenta el peligro en que había estado, lo cercano que se
había encontrado a la muerte antes de que le fuera otorgada misericordia.
Cuando el maestro supo de la ingratitud de este hombre a su deudor, él lo
encarceló de por vida.
Mientras trabajaba en este mensaje, el Señor me detuvo y
dijo, “David,olvida tu mensaje ahora mismo. Yo quiero hablarte acerca
de tu espíritu crítico y de tu falta de misericordia.”
Yo pensé, “¿Yo, Señor? Yo soy uno de los predicadores más
misericordiosos en América.” Pero Él empezó a mostrarme todas las cosas que yo
les había compartido a predicadores jóvenes, cosas que habían sido dichas
fuertemente. Entonces Él me recordó todas las cosas insensibles que yo le he
dicho a la gente que me ha fallado y cómo me he dado por vencido con ciertas
personas.”
Ese momento me fatigó. Lloré delante del Señor. Cuando le
pregunté a Dios cómo pudo haber sucedido esto, Él contestó, “Tú has olvidado
todo lo que yo he hecho por ti, la increíble misericordia que yo te he otorgado.
¿Cuántas veces yo te saqué de algo que te pudo haber
destruído? Tú no estarías aquí sin Mi misericordia.” Amado , antes de que
usted pueda otorgarle misericordia a alguien más, usted debe recordar el hoyo
en el que usted se encontraría si no contara con la misericordia de Dios.
Entonces usted solamente podrá decir, “O, Dios, yo sé lo que Tú hiciste por mí
y tú puedes hacer lo mismo por mi amigo quien se encuentra viviendo bajo
pecado. En algún momento yo fui tan malvado delante de tus ojos. Yo no puedo
juzgar a mi amigo porque Tú has tenido misericordia de mí.”
¡Es aquí donde usted debe comenzar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario