“Porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz, el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad, y comprueben lo que agrada al Señor.” Efesios 5:8
Hay situaciones que no podemos controlar y nuestra angustia hace presa de todo nuestro ser. Tratamos de encontrar palabras para describir lo que ocurre en nuestro interior y no somos capaces de exteriorizar nuestro sentir. Es como vivir en una casa sin ventanas, donde no hay luz ni esperanza. En Cristo debemos ser capaces de salir de las tinieblas y la inmoralidad, ser capaces de rechazar la maldad y odiar el pecado, como hijos del Señor debemos ser irreprensibles y sencillos, sin manchas en medio de esta generación perversa y egoísta, resplandeciendo como luminares en el mundo. Jesús dijo: “andad entretanto teneis luz, para que no os sorprendan las tinieblas.” Jn. 12:35. En el nombre de Jesús, amén y amén.
pandevida
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