ACERCARSE A ÉL
David Wilkerson
David Wilkerson
Pero ahora usted tiene que
leer el resto del versículo: "Limpiad vuestras
manos, pecadores; y
purificad vuestros corazones, vosotros de doble ánimo".
Esta es una gran
promesa de la victoria sobre todo pecado. Sin embargo, usted
no puede producir
esta victoria por sí mismo. Usted no puede limpiar sus
propias manos o
purificar el propio corazón. No, Santiago está diciendo, "Si
quieres las
manos limpias y corazón puro, si desea la victoria sobre la culpa,
la tentación
y cada malvado perseguidor que viene contra usted, debe acercarse
a Dios y
creer que Él está cerca de usted.
"
Todo depende de la cercanía de Dios.
Basta con acercarse a Él, que Él está
cerca de usted, y Él se hará cargo de
todos los enemigos en su carne.
Usted puede preguntar, "¿Pero cómo
acercarse a Dios?" La respuesta es muy
simple, incluso infantil: Sólo
tiene que ir al Señor y hablar con Él - en
cualquier momento y en cualquier
lugar, todo el día. En la ducha, en el camino
al trabajo, en el trabajo, en
todas partes, hablar con Él, acercándose, en
plena certidumbre de fe.
Hace años
trabajé con Kathryn Kuhlman. Esa
mujer querida de Dios,
acostumbraba trabajar diecisiete horas al día. A menudo
me preguntaba:
"¿Cuándo alguna vez tiene tiempo para encerrarse en su
habitación secreta y
orar?"
Entonces me di cuenta que ella siempre parecía
estar murmurando para sí.
¡Ella estaba orando! Ella oraba mientras conducía su
coche, mientras subía
en el ascensor. Donde quiera que iba, ella siempre hablaba
con el Señor.
Un día ella me dijo: "David, la Biblia dice que oremos sin
cesar. Puedo hablar
con el Señor durante todo el día. Es tan real para mí como
tú. No tengo que
correr hacia algún lugar para tratar de ponerse en sintonía
con él, porque
hablamos todo el tiempo. Somos amigos".
Amado, Dios siempre
está ahí para usted. Yo creo que en el lugar secreto de
oración, pero su
habitación secreta puede ser en el metro, en su auto, en
cualquier lugar puede
encerrarse con él.
Aquí la promesa de Dios para usted, si usted practica
acercarse a Él durante
todo el día:
"Que
se levante Dios, que sean dispersados sus enemigos, que huyan de su
presencia
los que le odian. Que desaparezcan del todo, como humo que se disipa
con el
viento; que perezcan ante Dios los impíos, como cera que se derrite en
el
fuego" (Salmo 68:1-2).
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